Artigo:

Si un personaje digital quiere estrenar ropa, la ropa es digital. Si una persona física quiere estrenar ropa, la ropa es física, la adquiere en tiendas, la porta sobre su cuerpo y la percibe con todos sus sentidos. Con la moda digital aplicada a imágenes y videos de personas físicas, esta división es cada vez más permeable.En el confinamiento, la práctica del vestido cambió drásticamente. La compra se limitó en gran medida a la experiencia audiovisual que daban las tiendas en línea. Pero, ¿para qué comprar si no hay ocasión, lugar y personas donde mostrarlo?Por ejemplo, en las video llamadas o video conferencias, sólo se muestra la parte superior del talle, dando la posibilidad de omitir el arreglo de la ropa en la parte inferior del cuerpo, permitiendo combinaciones que presencialmente habrían sido imposibles.Sin embargo, las prácticas sociales establecidas en el sistema moda, sobre todo en las poblaciones jóvenes y de un poder adquisitivo medio y alto, consistían en una alta variación en el vestido acompañado de un registro digital de la ocasión en redes sociales. De manera que había un doble encuentro social a través de la identidad presentada en el arreglo personal, uno físico y otro digital, cada uno con sus propias reglas e interacciones.La continuidad de este impulso social de la moda, de cambio, novedad, distinción y reconocimiento encontró uno de sus cauces a través de la moda digital. Casas de moda 100% digitales o híbridas, encontraron la oportunidad de impulsarse al dar posibilidad a la moda a través del estreno, mostración e interacción social por medios digitales.Empresas como The Fabricant, DRESSX y Tribute ofrecen una amplia gama de atuendos digitales que se colocan directamente sobre fotografías, para que sus usuarios puedan mostrarlos en redes sociales. El textil es el material más cercano a nuestra piel todos los días. Ahora estos pixeles pueden ir encima de nuestra piel virtual, legitimarse e interactuar a través de las redes sociales. Si lo que no se muestra en redes sociales parece no existir, lo que sí se muestra es real, cada vez más real que nuestra restringida y distanciada presencia física.La moda digital va más allá de simular prendas analógicas al posibilitar expresiones que lo analógico no podría lograr, como son los estampados que giran, las prendas tornasoladas que suben contra la gravedad, o tenis con flamas que centellean y se mueven; como la más reciente colaboración de Buffalo London x The Fabricant. El modelo “Classic Burning For” es un modelo 3D digital que sólo puede usarse digitalmente, y que “Permite a los amantes de la moda expresar su identidad pese a las restricciones del confinamiento”.Esta ponencia busca presentar las implicaciones de estos nuevos acercamientos a la moda, a los demás y a nuestro cuerpo, a través de la moda digital en tiempos de distanciamiento social, así como considerar los cambios positivos y negativos que pueda generar a futuro.